No creo en el arte, solo creo en la supervivencia. / I don´t believe in art, I just believe in survival.

lunes, 28 de septiembre de 2020

La piscina pública

Hace treinta años yo estaba

en una piscina pública Mi madre

apareció elegantemente vestida

presagio de una desgracia La yaya

se ha muerto Me voy a Madrid

Yo desnuda con mi biquini azul

turquesa No me diste un abrazo

No lloraste conmigo Me dejaste

dormir sola en la casa de unos

abuelos que siempre fueron ancianos

con los ojos abiertos pensando en qué

estaría haciendo mientras moría

Bailar Pedir una cerveza Reírme Qué

sucia y qué desnuda y qué ganas de

follar tenía en esa cama con olor

a moho No pude decirte adiós Tocar

tu mano aunque las mías todavía hoy

notan la crema que echaba en tu espalda

Nadie me dijo que ibas a morirte y me

quedé para siempre bajando la escalera en

uniforme después del colegio con

tus dedos en mi pelo en el sofá de

Torrelodones haciendo buñuelos

de bacalao y sangre frita escondiendo

bombones en el cajón de la cocina

diciéndote adiós cuando nos fuimos

por última vez de aquella urbanización

en la que me picó una avispa en el césped

de la piscina Hace treinta años estaba en una

piscina pública desnuda ante tu muerte

y así sigo Siento el frío de la pérdida

inesperada no llorada junto a tu cuerpo

inerte al que decirle unas últimas palabras

lejos de la piscina lejos de la cama extraña

y llena de escozor Abrazarte mamá Por estas

cosas me quedo encerrada en el tiempo en la

piscina pública en las escaleras verdes en la

antártida

 

 

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