Hacía tanto frío en la casa de campo
cada invierno Recuerdo tus dedos
como unos palos más encendiendo
el fuego que sería nuestro refugio
Por las noches tiritaba en la cama
y tú traías un ladrillo caliente envuelto
en una toalla que había estado entre
rescoldos y lo colocabas a junto mis
pies pequeños Nunca olvidaré el calor
que desprendía ni el olor a chimenea
de las calles del pueblo Eso es el invierno
Un ladrillo caliente envuelto en una toalla
en mi cama junto a mis pies pequeños
Supe entonces que nunca dejarías que
pasara frío
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