No creo en el arte, solo creo en la supervivencia. / I don´t believe in art, I just believe in survival.

martes, 3 de julio de 2018

Votos a la Luna de la niña insomne

Amor, las luces de las ventanas se apagan y la niña insomne comienza su labor de proteger a los cuerpos que respiran en sus camas. Es un trabajo imposible por eso tiene heridas en el cuero cabelludo y coloca sus peluches siempre en el mismo orden, si no estallará la guerra, la bombona de butano, la muerte súbita. Amor, tú estás conmigo dibujando figuras geométricas en el patio interior donde roncan los ancianos. Solas. Tú y yo. Contra un mundo paralizado y vulnerable. Podrían salir los guerreros del gran caballo y cortarles la garganta. Tantas noches hemos pasado unidas. Tantas noches de boda. Tú dentro de mí removiéndome el agua de la sangre. Yo llorando en silencio mientras recordaba los escaparates encendidos de las tiendas cerradas. Tuyas son mis lágrimas de la niñez.
Tuyas son también las canciones aulladas en la noche en los parques cuando los niños dormían tras las crueles batallas campales en los toboganes que ya solo eran siniestros aparatos apocalípticos. Tuyo es mi sexo de perra encelada. Te veo a través de la ventana, blanca y hermosa, y follo contigo mirándote a los ojos mientras tú, mi amor todopoderoso, elevas el mar, le das el cuchillo al asesino o preparas una revuelta. Cómo no amarte, si iluminaste a las brujas y yo habría sido quemada en la hoguera tras la orgía. Es ese mi linaje. Hoy el fuego son las píldoras de colores, los informes médicos, los ingresos psiquiátricos. Yo solo quiero andar descalza y desnuda bajo tu luz, amor mío. Y nadar en el mar al lado del castillo cuando ya estás en lo alto. Pero vigilan y castigan a la lunática y yo respondo tomándote como esposa como tú me tomas y me penetras.

Siempre hemos caminado juntas, sellemos frente a la gente que amo un compromiso eterno con mis pies en la tierra que alumbras. Yo, que me bañé desnuda con tu destello en verano para ser aún más blanca, te ofrezco mi cuerpo lleno cicatrices que ya conoces. Hoy no empieza una historia de amor, hoy yo, que a nadie pertenezco, me declaro tu esposa aquí, en este bosque por el que un día volarán mis cenizas. Y bailaré sobre mi futura tumba, amada mía, para festejar una unión inevitable porque, cuando todo lo pierda, tú estarás allí acunándome, como siempre, a la niña insomne, herida y muerta de frío.

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