Aquel
hombre del que nos reímos
aquel día
que llovía y tú te tapabas
la cabeza
con un jersey negro tus ojos
azules
relucían y su pelo blanco
nos
acompañó hasta el coche
Aquel
hombre es más joven que yo
y nos
reímos tanto de aquello
Aquel
hombre quiere enseñarte
a leer y no
entiende las palmas
de su manos
ni le interesa su espalda
Aquel
hombre que nos pareció un anciano
enseña su
biblioteca con orgullo
como si
tuviera el privilegio de la ceguera
Aquel
hombre quiere enseñarme a leer
Dice que
hay libros que no he leído
y yo me río
como aquella noche lxs tres
reímos bajo
la lluvia Tú tan hermosa
tus ojos
azules Me río porque la muerte
está cerca
de las arrugas que nunca llegan
y no hay
surcos para la lluvia en mi cara y
se
desparrama el agua como aquella noche
por la
acera pequeña y leo la mente
de los que
leen sin descanso para morirse
igual que
nacieron Encerrados en un cuerpo
que no
contemplan porque nunca reclamaron.
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