Situémonos. El día 12 de agosto todo estaba listo para una nueva acción. Cada una de ellas es distinta a la anterior porque se hace a sí misma y en ella influyen tanto la climatología como el talante del carnicero, auténtico performer durante unas horas. Tanto Flick como yo nos convertimos en merxs observadorxs, y eso es muy interesante... Aquel 12 de agosto llovía, pero aun así la afluencia al establecimiento Alimentación San Esteban Covirán fue buena, como lo fue la disposición de Toni el carnicero que consiguió que la acción fuera un éxito de crítica y público. Además, nos regaló unos cachopos y nos dio a probar su deliciosa empanada de carne guisada. El arte a veces es maravilloso.
Muchas de las personas que allí se congregaron mostraron interés por el envoltorio. Nos hablaron de su relación con el arte, o la de sus hijxs. Una de las mayores preocupaciones era que este envoltorio se manchara con la carne y se estropeara. Sin embargo, este es el momento en el que un simple papel toma vida al mismo tiempo que se roza con la muerte, ambas tan cercanas, si no son la misma cosa en todo momento.
Aquí vemos a Toni envolviendo la carne con una "obra de arte". Sin duda, un momento mágico en el que se desposee de todo mito absurdo y se hace real al pasar de mano en mano. La distancia que tanto tiempo ha acompañado al arte se tiñe de sangre y se entrega a quien va en busca de otra cosa. Este es el rito que siempre sigue los mismos pasos y que siempre es distinto. Hay quien le da valor y hay quien lo tirará a la basura una vez despoje a la carne picada de su improvisada vestimenta. Eso ya no importa. Lo que llaman "arte" no es más que una elección de quien lo mira y, en este caso, de quien lo toca.
Este era el resultado final antes de ser entregado.
Incluso recibimos la visita de la prensa. El corresponsal de La Nueva España Ignacio Pulido realizó un gran reportaje. Un perfecto resumen de lo que presenció como un cómplice más.
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Más tarde, entrevistaron a Toni en la radio donde se convirtió en el auténtico protagonista. La entrevista es muy interesante, pero tengo que dar dos apuntes: la primera acción se realizó en Cadalso de los Vidrios, no de los Ríos (allí solo está el arroyo Tórtolas), en la Carnicería Marcelo concretamente; y mi apellido es Castrejón, no Castejón. Aunque siempre me alegra que mi amada María Castejón y yo estemos tan cerca en tantas cosas.
Para escuchar la entrevista, pincha aquí.
Gracias a todxs. Fue muy intenso compartir este momento en ese lugar tan impregnado de vida, historia y energía como es San Esteban. Gracias a Toni y a cualquiera que nos hiciera sonreír ese día. Gracias a Jesús y Ana por presentarnos a Toni y a Mónica por presentarnos a Jesús (y por millones de cosas más, siempre). Gracias a Christian por presentarnos a Igancio. Como veis, el mundo sigue girando, solo tienes que andar.
Terminaré con un par de fotografías que pueden ser duras para algunas personas, para mí lo son. Pero estas cosas hacen que nos movamos cada día, en muchos aspectos.
Os beso a todxs, como siempre.
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