El pasado 17 de enero con el fallo unánime del jurado -compuesto, entre otrxs, por Clara Janés y Luis Alberto de Cuenca- se concedió el primer Premio de Poesía Experimental Francisco Pino en su segunda edición a la obra Carne Huelen. Como se puede ver en las imágenes, es una servilleta de tela con estampaciones a ambos lados que se metió en una hermosa caja roja como la sangre, o la de los bombones, y se arropó con papel cebolla. Un poema integrado en dibujos que forma parte de una serie más amplia que saldrá publicada en febrero.
¿Que por qué os cuento esto? Pues porque los dibujos son de Sandra March y el poema es de María Castrejón, yo, mi musa, y me parece una buena ocasión para hablar de nosotras y de las cosas que hacemos porque no podemos evitar hacerlas. Porque nos salen de las tripas y nos entran, porque desde que nos conocimos supimos que algo bueno iba a salir de nuestras poéticas de carnicería y esta es una de ellas.
Gracias al jurado, gracias a la Fundación Jorge Guillén y gracias a todas aquellas personas que habéis vivido este momento conmigo con gran intensidad. Porque la gente que amas es la que está cuando te pasan cosas estupendas y se emocionan junto a ti. Gracias a Julián Martínez (segundo accésit de este mismo Premio) por llorar conmigo bien ahora y tantas veces y de tantas formas. Y gracias a todo el mundo que siente tristeza cuando ve los ojos de los pescados muertos sobre el hielo en las grandes superficies, en esas personas pongo todas mis esperanzas.
Os beso a todos todavía con la cara levemente marcada por las lágrimas de alegría que rodaron por este breve pero intenso reconocimiento.
Como terminamos SandraMarch y yo (MaríaCastrejón) nuestros mensajes, ¡seguimos!
Más información en abc.es, 20 minutos, eldiario.es, El norte de Castilla, El Ojo Crítico (RNE), La Vanguardia, Fundación Jorge Guillén
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