Cuando correrse y llorar son la misma cosa
mi mejilla pintada de césped se resiste
al dolor que desprenden los suelos
de las piscinas públicas en las que nunca
te beso en las pantallas de los ordenadores
los nombres se escriben y se borran.
No meriendo Mis amigos sufren y los amo
tanto tiempo esperando este momento
y me ahogo como el cadáver del marido adúltero.
2 comentarios:
Joder, increíble en serio.
Joder, gracias. De verdad. Abrazo grande!!!
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