Solo algunos domingos íbamos a
vuestra cama al despertarnos y nos
metíamos los cuatro bajo las sábanas
Tú nos contabas cuentos pero no de
esos que todo el mundo se sabe
cuentos solo para nosotros que te
inventabas Eran siempre los mismos
y sin embargo distintos Nos reíamos
Tú también al contarlos en aquel útero
paterno donde una galleta rodaba por
el mundo una ola se comía los bocadillos
de los niños Solo algunos domingos
quiero volver a esa cueva de tela
para que me cuentes cuentos porque
me muero de frío
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