Un libro es una aventura en todas sus fases, un diálogo en todos los momentos de su creación. Y eso es lo que hace hermoso el proceso total de la escritura. Esta vez dialogué y me aventuré con Irene, esta valiente niña que recorrió sin miedo junto a mí y a mi cámara las calles de la ciudad. No le importó que la "miraran raro", como dijo. Ella es ya otra Niña, la niña de la portada, la textualidad sin texto, y creo que ha sido la mejor elección. Fueron unos momentos mágicos que espero que nunca olvide y yo, junto a ella, escribí otro poema, esta vez con la cámara. Gracias a Ángel y Mamen por su colaboración, y a Favio que, con solo 9 años, hizo la mayoría de las fotografías de este proceso y que quedan plasmadas en este collage. Niñas pronto tendrá formato de libro y la aventura-diálogo continuará. Os espero y os beso a todxs. Como siempre. Sigamos jugando.
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