Iris es
enfadada
¡Las costas
no
se venden!
Es increíble
dice
con ese
acento
que me
reconcilia
con el agua
y con la
arena
con la sal
que nos cura
las heridas
entre los dedos.
Iris está
hermosa
Iris es
hermosa
Yo le
enseño a hablar
A veces
lleva los labios
pintados de
rojo
y sus
pechos son
como los
que tenía
mi madre la
vez que me abrazó
un verano
para oír
los latidos de un feto
Iris me
enseña muchas lenguas
Iris quiere
volver a Grecia
y yo me
vuelvo una hija
desobediente
y altiva
y no quiero
que se marche
nunca a sus
costas
No se lo
digo
pero sé que
sueño que ella nada
y que yo me
quedo
para
siempre
en el
rincón más oscuro
llamando a
mi madre
y
escribiendo la palabra
mar en mi antebrazo.
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