No creo en el arte, solo creo en la supervivencia. / I don´t believe in art, I just believe in survival.

viernes, 31 de octubre de 2008

Entrevista a Libertad Morán










Con motivo de la publicación de mi libro ... Que me estoy muriendo de agua, me puse en contacto con la joven escritora Libertad Morán y ella, como siempre, accedió amablemente a contestar unas preguntas sobre su obra. A mí me fue de gran utilidad; espero que a vosotros, también.


- Me gustaría saber qué opinas sobre la pareja que forman literatura y activismo y qué papel juega a la hora de que te sientes a escribir.
-Cuando escribes novelas cuyos protagonistas tienen una sexualidad distinta a la norma heterosexual es inevitable la aparición del activismo. El mero hecho de decidir que esos protagonistas sean homosexuales, lesbianas o bisexuales es ya un posicionamiento, una forma de reivindicar una realidad que se suele olvidar o marginar a papeles secundarios en las novelas dirigidas al "gran público". Para mí es una cuestión de principios y de convicciones, tanto personales como políticas, el narrar desde una óptica que se podría considerar gay o lésbica pero que yo prefiero pensar que es simplemente distinta. Ya hay suficientes novelas narradas desde una óptica "heterosexual", no me parece necesario seguir nutriendo las estanterías de las librerías con las mismas historias que tantos y tantas han hecho y continúan haciendo. Por el contrario, me parece mucho más útil crear una literatura de similar calidad (en lo bueno y en lo malo) a la que se ofrece desde las editoriales generalistas con personajes homosexuales y tratar de que el público heterosexual se vaya acercando a ellas sin prejuicios ni pudores. Las personas leemos para evadirnos, entretenernos y aprender; esos objetivos se pueden alcanzar tanto con un libro de personajes heterosexuales como con uno de personajes gays. En todas las historias se hablar de sentimientos, de emociones, de situaciones universales que todos vivimos de un modo u otro independientemente de nuestra orientación sexual. En última instancia habría que pensar en la literatura gay como un medio más para educar en la tolerancia y el respeto y una forma de luchar contra la homofobia que todavía hay en la sociedad.

- ¿Qué te parece que se utilice el término narrativa lésbica en relación con tus novelas y con el resto de autoras que tocan este tema?
-Es tremendamente limitador que una novela con personajes lésbicos (o gays) tenga que adscribirse a un género específico que, además, parece dirigido a un único tipo de público. Y no sólo ocurre que el público heterosexual no se acerque a este tipo de literatura (tanto lésbica como gay), es que incluso dentro del propio colectivo homosexual existe la segmentación: los hombres gays no leen libros con protagonistas lesbianas y las mujeres lesbianas tampoco se suelen acercar a novelas de temática gay masculina. Esa fragmentación de público lector a la larga es contraproducente porque impide el intercambio de pareceres y opiniones cuando se supone que la literatura es todo lo contrario, un campo en el que dar a conocer a los lectores nuevas vivencias a través de las cuales mostrar otras formas de pensar y de ver el mundo.

- ¿A qué crees que se debe la diferencia entre escritoras jóvenes, como tú, y otras nacidas antes de 1970, a la hora de enfocar el tema del lesbianismo en la literatura y, sobre todo, a la hora de incluir a los hombres en ellas?
-Las personas nacidas en los setenta, sobre todo a finales, tanto hombres como mujeres, no hemos crecido con tanta connotación negativa hacia la homosexualidad. La mayoría vivido la adolescencia, el despertar sexual y la edad adulta en un momento mucho más propicio para mostrar una sexualidad diferente que los que nacieron en décadas anteriores. Eso hace que nuestra percepción sea menos negativa. Si otras generaciones centraban sus argumentos en la asunción de su sexualidad y el proceso de salir del armario, la tendencia actual ya ha superado esa fase y las historias suelen ser menos dramáticas y más normalizadoras. Ahora la problemática de los personajes gays y lésbicos es casi la misma que la de un personaje heterosexual: trabajo, relaciones personales, dificultades en la vida, integrando su sexualidad como una faceta más dentro de su personalidad y no como un rasgo diferenciador.

- Se ha dicho que tus novelas son de entretenimiento y fácil lectura. ¿Qué tienen de razón estas afirmaciones?
-Para algunas personas que una novela sea de entretenimiento y fácil lectura puede parecerle sinónimo de poca calidad pero el objetivo de una novela es entretener al lector y que a éste no le resulte difícil comprender lo que está leyendo. Cuando alguien intenta emocionar, transmitir, comunicar, en definitiva, hacer llegar un mensaje no necesita adornarlo hasta el hastío para parecer pretendidamente culto. En ocasiones, tras la aparente sencillez de muchos textos, hay mucho trabajo. Es algo muy común en géneros como el ensayo, donde se emplean largas oraciones subordinadas y un léxico artificioso para, en la mayoría de las ocasiones, no llegar a decir nada. Ni lo elaborado es garantía de cultura y calidad ni la sencillez es sinónimo de ignorancia. Si las personas que leen mis novelas piensan que son entretenidas y no les cuesta leerlas para mí es un elogio.

- ¿Cuáles han sido tus influencias?
-Contrariamente a lo que se podría pensar nunca he sido lectora de la llamada "literatura gay". Me suele gustar sobre todo la literatura contemporánea. Desde la generación beat hasta Paul Auster, que es uno de mis autores de cabecera (sobre todo su obra de los ochenta y principios de los noventa) aunque no tengo favoritismos. Al margen de Auster, me gustan los autores minoritarios, la novela urbana, generacional y social con abundancia de referentes musicales y audiovisuales. Aunque he leído y leo libros de todo tipo y época, en los últimos años mis preferencias se centran en autores del siglo XX y XXI, tanto españoles como extranjeros. Sin embargo me resulta difícil enumerar algunos porque implicaría limitar mis preferencias y me considero una persona abierta a todo tipo de lecturas, géneros y temáticas.

María Castrejón

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